Convocatoria

El XI Congreso chileno de Sociología y PreAlas, patrocinado por la asociación de Carreras de Sociología de Chile -SOCIORED- y organizado por el Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Concepción entre los días 26 y 29 de abril de 2022, se llevará a cabo en el marco de la futura realización del XXXIII Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Sociología ALAS, que debido al contexto pandémico global se ha reprogramado para llevarse a cabo durante el próximo año 2022, con sede en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma Nacional de México -UNAM-.

Sin duda, el contexto general de este evento inscribe el hecho de que, desde octubre de 2019, Chile ha entrado en un tiempo de alta convulsión social, al igual que en numerosos países del continente y del mundo. Un profundo malestar social remece con fuerza inusitada los cimientos mismos de nuestra sociedad y modelo capitalista imperante, en aras de una mayor justicia social, ambiental y dignidad humana; de superar largos períodos de frustración, inequidad, pobreza, maltrato, engaños, corrupción, precariedad laboral, bajas pensiones, de invisibilización de diferencias de distinto orden. En este sentido, el reciente y aplastante triunfo del Apruebo con Convención Constitucional en el plebiscito (25 de octubre de 2020), abre las puertas al inicio de un proceso de relevantes transformaciones sociales e institucionales, esperadas y exigidas por la mayoría de los ciudadanos/as, expresadas en históricas movilizaciones. La Sociología chilena se hace presente en este XI Congreso, solidarizando y uniéndose a través de su trabajo y su propia experiencia a estas grandes dinámicas socioambientales en nuestro país. 

Por otra parte, la crisis sanitaria, Covid 19, conmueve al mundo, cuestiona sus fundamentos históricos, económicos, sociales, políticos, culturales, la interrelación humana con la naturaleza, con otras comunidades vivientes y consigo mismo. A pesar de los miles años de experiencias existenciales, del cúmulo de información existente y del desarrollo científico y tecnológico, la pandemia sorprendió a la inteligencia humana, a su infraestructura, sus aparatos político-burocráticos, su arrogante mal sentido de “superioridad” y sus megarelatos modernizantes. El enorme edificio globalizado del capital, montado sobre ilusiones de progreso universal –que excluye a miles de millones de personas, depreda comunidades y destruye biodiversidad-, resulta altamente vulnerable frente a un virus desconocido que se expande globalmente y logra penetrar y debilitar las aparentes fortalezas del hipercapitalismo del siglo XXI y sus instituciones.   

El mundo y la vida han cambiado y no existe certeza sobre el sentido que tendrán estos cambios. Pero es posible influir en su dirección. Problemas sociales, ambientales y raciales estructurales, aún no resueltos, cobran nuevamente visibilidad y urgencia, como las desigualdades. A ello se agregan los impactos del cambio climático global que, según el IPCC de las Naciones Unidas, tienen un carácter irreversible y requieren de eco-respuestas urgentes de parte de los gobiernos, empresas y ciudadanos/as, para evitar el colapso del planeta, que en la actualidad se manifiesta en la recurrencia cada vez más frecuentes e intensos de eventos extremos desastrosos, de los que todos y todas somos testigos y también, en algún nivel, co-responsables.  

Ahora bien, las crisis tienen, por lo general, un carácter disruptivo que, dependiendo de las medidas políticas que se implementen, pueden profundizar aún más crisis o abrir caminos innovadores de superación y desarrollo de los problemas. Con optimismo y acciones pertinentes, esperamos que el florecimiento de múltiples imaginaciones humanas nos conduzca hacia una mejor sociedad, sustentado en seguridad de vida eco-planetaria. En este contexto, el pensamiento sociológico puede adquirir nueva relevancia, en la medida que se ocupe de reflexionar, investigar y educar en los nuevos temas, problemas y desafíos que se presentan a la sociedad moderna.  De esta manera, momentos de crisis socioambiental y político-institucional, se transforman en oportunidades para que el pensamiento sociológico sea un espacio innovativo para imaginar y proyectar procesos de transición desde fuera de los límites epistémicos del capitalismo y que recojan los aprendizajes del mundo social, cultural y de otros mundos ontológicos.  

En este sentido, el XI Congreso chileno de Sociología, organizado también como un PreAlas, representa una oportunidad para debatir sobre los grandes temas y desafíos de nuestra sociedad y del planeta.

Vuelve al inicio